El Cártel de los Soles: El Socialismo es Terrorismo - Parte 2 ☠️🔫
Redes Transnacionales del Cártel de los Soles.
Mientras muchos analistas advertían que el petróleo ya no podía sostener la chequera revolucionaria de Hugo Chávez y Nicolás Maduro, el verdadero motor financiero de su proyecto emergía con brutalidad: la cocaína, el tráfico de armas, la trata de personas y el oro del Arco Minero. Según estimaciones de organismos de seguridad internacionales, más del 80% del financiamiento clandestino del régimen proviene de estas economías criminales, canalizadas a través de las Fuerzas Armadas, puertos, aeropuertos y corredores fronterizos controlados por los llamados “soles”.
Esta organización socialista revolucionaria, integrada por altos mandos de las Fuerzas Armadas de Venezuela, no es un mero grupo de oficiales corruptos, sino el pilar operativo del socialismo del siglo XXI bajo Hugo Chávez (1999–2013) y Nicolás Maduro (2013–presente). Este cártel, nombrado por las insignias solares de los generales venezolanos, ha convertido a Venezuela en un narcoestado, canalizando recursos del narcotráfico, tráfico de armas, oro y trata de personas para financiar el régimen y sus aliados internacionales. Más que un esquema de corrupción, el Cártel de los Soles es el instrumento que ha permitido al chavismo exportar su modelo revolucionario, infiltrar gobiernos y fortalecer redes criminales en América Latina, Europa, África y Medio Oriente. En esta segunda parte de esta crónica titulada el Socialismo es Terrorismo expondré cómo las Fuerzas Armadas venezolanas, a través del Cártel de los Soles, han tejido una red transnacional de complicidad con actores políticos y criminales, sosteniendo un proyecto que combina ideología socialista con terrorismo y crimen organizado que al final de cuentas es lo mismo: socialismo puro y duro.
Colombia: El Cártel de los Soles y las FARC.
El Cártel de los Soles ha sido el puente entre el régimen chavista y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), consolidando una alianza criminal que trasciende fronteras. Desde finales de los años 90, Hugo Chávez permitió que las FARC operaran en territorio venezolano, otorgándoles santuarios en Apure, Amazonas y Zulia. El Cártel de los Soles, controlando puertos y aeropuertos militares, facilitó el tráfico de cocaína colombiana hacia el Caribe, EE.UU. y Europa. Documentos del ordenador de Raúl Reyes (2008), comandante de las FARC, revelaron que Chávez, a través de militares leales, canalizó millones de dólares a la guerrilla, con Nicolás Maduro, entonces canciller, participando en reuniones clave. El Cártel de los Soles no solo protegía rutas de droga, sino que coordinaba la logística, asegurando que los cargamentos salieran sin inspección desde bases militares venezolanas.
En la era de Maduro, el Cártel de los Soles ha mantenido esta relación con disidencias de las FARC y el ELN, proporcionándoles refugio y armamento a cambio de cocaína. La militarización de la frontera colombo-venezolana por parte de Venezuela, supervisada por el Cártel, ha permitido el control de corredores de narcotráfico. La relación con el presidente colombiano Gustavo Petro (2022–presente), quien restableció lazos diplomáticos con Maduro en 2022, ha generado controversia, ya que la supuesta cooperación de seguridad que petro ha promovido, como la militarización del Catatumbo en 2025, no sería otra cosa que el control de las fronteras en alianza con los carteles para que puedan operar ahora sin problemas de “opinión pública” . Críticos señalan que el Cártel de los Soles sigue operando impunemente, facilitando el flujo de drogas y armamento a grupos armados, lo que sugiere una tolerancia tácita por parte de sectores políticos colombianos afines al socialismo.
Bolivia: El Cártel de los Soles y la Narco-Alianza con Morales.
La alianza con Bolivia, especialmente bajo Evo Morales (2006–2019), fue orquestada por el Cártel de los Soles como un pacto estratégico para el narcotráfico. Morales, líder cocalero, legalizó la expansión de cultivos de coca, que el Cártel de los Soles transformó en una red de exportación de cocaína. Las Fuerzas Armadas venezolanas, bajo el control del cártel, facilitaron la salida de toneladas de cocaína boliviana a través de puertos y aeropuertos venezolanos, conectando con mercados en el Caribe y Europa. Más de USD 20,000,000 (veinte millones de dólares) fueron canalizados por el Cártel de los Soles a alcaldes seleccionados por Morales para proyectos sociales, consolidando su poder político a cambio de lealtad al chavismo.
Tras el retorno del Movimiento al Socialismo (MAS) con Luis Arce en 2020, el Cártel de los Soles mantuvo su rol como enlace económico, gestionando acuerdos de petróleo y minería a través de la ALBA. Estos recursos, manejados por militares venezolanos, fortalecieron la influencia del régimen en Bolivia, mientras el cártel aseguraba rutas para el narcotráfico. La adhesión de ambos países a iniciativas como los BRICS (2023) refleja cómo el Cártel de los Soles utiliza su control sobre los recursos venezolanos para financiar alianzas políticas, perpetuando el modelo narco-socialista.
Nicaragua: El Cártel de los Soles y el Corredor de Ortega.
En Nicaragua, el Cártel de los Soles ha convertido al país en un corredor clave para el narcotráfico bajo el gobierno de Daniel Ortega (2007–presente). Las Fuerzas Armadas venezolanas, a través del cártel, han coordinado el envío de cocaína desde Venezuela a puertos nicaragüenses, con destino a México y EE.UU. Informes de la DEA señalan que desde 2007, el Cártel de los Soles ha utilizado su control sobre la infraestructura militar venezolana para garantizar la salida de cargamentos sin inspección. A cambio, el régimen de Chávez y Maduro otorgó a Ortega más de USD 5,000,000 (cinco millones de dólares) en créditos petroleros y fondos directos a través de Petrocaribe y ALBANISA, gestionados por militares venezolanos.
El Cártel de los Soles también ha facilitado la presencia de Hezbollah en Nicaragua, con reportes de inteligencia de 2012 que señalan campos de entrenamiento en el norte del país. Estos vínculos, coordinados por oficiales venezolanos, involucran lavado de dinero y tráfico de drogas, con Nicaragua sirviendo como nodo logístico. Los vuelos sospechosos de Conviasa, operados por el Cártel de los Soles, entre Caracas y Managua (con escalas en Siria), refuerzan la hipótesis de una red transnacional de narcoterrorismo gestionada por militares venezolanos, que fortalece la influencia chavista en Centroamérica.
México: El Cártel de los Soles y los Carteles Mexicanos.
El Cártel de los Soles ha establecido lazos estratégicos con carteles mexicanos, particularmente el Cártel de Sinaloa y Los Zetas, utilizando su control sobre vastos territorios las Fuerzas Armadas venezolanas y estos carteles han facilitado rutas de narcotráfico antes imposibles. Desde puertos y bases aéreas venezolanas, el cártel coordina el envío de cocaína a Centroamérica, donde se conecta con redes mexicanas. El Departamento del Tesoro de EE.UU. ha sancionado a líderes del Cártel de los Soles, incluyendo a Maduro, por proporcionar apoyo logístico y financiero a Sinaloa, asegurando el flujo de cocaína, metanfetamina y fentanilo hacia Norteamérica.
Aunque no se ha probado judicialmente un financiamiento directo a campañas políticas mexicanas, como la de Andrés Manuel López Obrador, el Cártel de los Soles ha canalizado recursos a movimientos de izquierda en México a través de redes encubiertas. La presidenta Claudia Sheinbaum ha negado vínculos entre Maduro y Sinaloa, pero las sanciones de EE.UU. y confesiones de líderes como Ismael "El Mayo" Zambada destacan la complicidad de militares venezolanos en la corrupción transnacional, que ha permitido al Cártel de los Soles infiltrarse en la región.
Cuba: El Cártel de los Soles y la Inteligencia Cubana.
Cuba ha sido el cerebro estratégico detrás de las operaciones del Cártel de los Soles, con las Fuerzas Armadas venezolanas actuando como el brazo ejecutor. Desde el 2000, oficiales cubanos del G2 se instalaron en Caracas, asesorando al Cártel de los Soles en operaciones de inteligencia y lavado de dinero. A cambio de petróleo subsidiado gestionado por el cártel, Cuba ofreció redes para mover capitales ilícitos y coordinar actividades transnacionales. El Cártel de los Soles, controlando PDVSA y la infraestructura militar, ha permitido que Cuba utilice Venezuela como base para operaciones de narcotráfico y apoyo a regímenes aliados, fortaleciendo la ALBA como plataforma ideológica y criminal.
Argentina: El Cártel de los Soles y el Escándalo de la Maleta.
El Cártel de los Soles desempeñó un papel central en el escándalo de la "maleta" de 2007, que expuso la financiación chavista a la campaña de Cristina Fernández de Kirchner. En agosto de 2007, Guido Antonini Wilson, vinculado a PDVSA, fue interceptado en Buenos Aires con USD 790,550 (setecientos noventa mil quinientos cincuenta dólares) en efectivo, destinados a la campaña presidencial de Kirchner. El Cártel de los Soles, utilizando su control sobre PDVSA, coordinó esta operación, que según el Departamento de Justicia de EE.UU. formaba parte de un esquema de financiamiento ilegal para consolidar gobiernos aliados. Testimonios sugieren que hasta USD 5,000,000 (cinco millones de dólares) fueron enviados, con un exjefe de inteligencia venezolano afirmando que Chávez canalizó USD 21,000,000 (veintiún millones de dólares estadounidenses) a los Kirchner, todo gestionado por militares del cártel. Este caso evidencia cómo el Cártel de los Soles usó las Fuerzas Armadas para exportar el proyecto chavista a Argentina.
Irán y Hezbollah: El Cártel de los Soles como Puente Global.
El Cártel de los Soles ha sido el enlace clave entre el régimen chavista y actores como Irán y Hezbollah, utilizando las Fuerzas Armadas venezolanas para facilitar narcotráfico y terrorismo. Desde 2007, el cártel ha operado vuelos sospechosos de Conviasa entre Caracas, Damasco y Teherán, conocidos como "Aeroterror", transportando armas, dinero y agentes sin control aduanero. En 2018, el caso del avión de Emtrasur en Argentina, vinculado a la Fuerza Quds iraní, reveló que el Cártel de los Soles coordinaba estas operaciones desde bases militares venezolanas.
Con Hezbollah, el Cártel de los Soles ha facilitado el lavado de dinero y el tráfico de cocaína desde comunidades libanesas en Aragua, enviando cargamentos a África y Medio Oriente. El Departamento del Tesoro de EE.UU. sancionó a Tareck El Aissami en 2011 por otorgar pasaportes venezolanos a miembros de Hezbollah, permitiéndoles operar en América Latina. Estas actividades, gestionadas por el cártel, han convertido a Venezuela en un nodo crítico del narcoterrorismo global.
Rusia: El Cártel de los Soles y el Apoyo Militar.
Rusia ha fortalecido al Cártel de los Soles al proveer armamento avanzado a las Fuerzas Armadas venezolanas, consolidando su capacidad para proteger redes de narcotráfico y represión. Desde aviones de combate hasta la fábrica de municiones Kaláshnikov en Maracay (inaugurada en 2025), Rusia ha permitido al cártel mantener el control militar de Venezuela. A cambio, el Cártel de los Soles ha facilitado la presencia rusa en la región, utilizando puertos y aeropuertos para operaciones encubiertas. Aunque Rusia niega vínculos con el narcotráfico, su apoyo al régimen ha permitido que el cártel opere sin restricciones, exacerbando la crisis humanitaria y la trata de personas en Venezuela.
África: El Cártel de los Soles y las Rutas Transatlánticas.
El Cártel de los Soles ha extendido su red al África Occidental, utilizando buques de PDV Marina y aviones militares para enviar cocaína a países como Guinea-Bissau y Sierra Leona, desde donde se distribuye a Europa. Estas operaciones, coordinadas por oficiales venezolanos, han convertido puertos como el de Vigo (España) y las Islas Canarias en puntos de entrada. El Cártel de los Soles, controlando la infraestructura militar, ha asegurado la impunidad de estas rutas, consolidando a Venezuela como un hub del narcotráfico transatlántico.
Élite Criminal.
El Cártel de los Soles, incrustado en las Fuerzas Armadas de Venezuela, es la maquinaria que ha permitido al régimen de Chávez y Maduro tejer una red transnacional de narcotráfico, terrorismo y corrupción política. Desde Colombia hasta África, pasando por aliados como Bolivia, Nicaragua, México, Cuba, Argentina, Irán, Rusia y Hezbollah, el cártel ha utilizado su control militar para financiar gobiernos, partidos y grupos criminales, exportando el socialismo del siglo XXI a costa de sangre y esclavitud. Esta crónica a intetado revelar que el Cártel de los Soles no es un subproducto del chavismo, sino su esencia: un aparato de terrorismo de Estado que parasita a los pueblos mientras enriquece a una élite criminal.

Comentarios
Publicar un comentario