¡Gracias, Mises! Tres razones por las que honramos su legado libertario. 馃摎 馃挕 馃巶

Por Z茅zar Ynoikenk. 


El 29 de septiembre no es un d铆a cualquiera. Hoy celebramos el nacimiento de Ludwig von Mises, el economista que destroz贸 las falacias del socialismo, edific贸 la ciencia de la acci贸n humana y defendi贸 con u帽as y dientes la libertad individual frente a las fauces del poder pol铆tico. Mises no fue un acad茅mico de escritorio m谩s: fue un guerrero intelectual que nos dio armas para combatir al estatismo, la tiran铆a y la mentira colectivista.

En tiempos donde el socialismo se disfraza de “justicia social” y el estatismo invade cada rinc贸n de nuestras vidas, recordar a Mises es un acto de resistencia. Porque su obra no es solo teor铆a: es dinamita contra el poder.


1. El c谩lculo econ贸mico y la demolici贸n del socialismo.


En 1920, Mises public贸 uno de los golpes m谩s demoledores contra la planificaci贸n central: El c谩lculo econ贸mico en el socialismo. All铆 demostr贸 que sin propiedad privada de los medios de producci贸n no puede haber precios, y sin precios no existe forma racional de calcular costos, asignar recursos ni planificar la producci贸n. Dicho de otra manera: el socialismo es ciego, un salto al vac铆o que conduce inevitablemente al caos y la miseria.

Mises dej贸 en claro que los precios no son un capricho del mercado, sino la br煤jula indispensable para coordinar millones de decisiones individuales. Cuando el Estado destruye esa br煤jula, la econom铆a se hunde. Por eso, desde entonces, ning煤n socialista honesto pudo responder a su cr铆tica: simplemente, la planificaci贸n central es imposible.


2. La praxeolog铆a: ciencia de la acci贸n humana


En 1949, con La acci贸n humana, Mises nos regal贸 la columna vertebral de la Escuela Austr铆aca: la praxeolog铆a. Su punto de partida es simple y devastador: el hombre act煤a. Cada acci贸n humana persigue fines, elige medios y enfrenta la escasez. De ese axioma se desprende toda la l贸gica de la econom铆a, sin necesidad de estad铆sticas ni experimentos de laboratorio.

Con la praxeolog铆a, Mises construy贸 un edificio intelectual indestructible: la econom铆a no es un juego de modelos matem谩ticos al servicio del Estado, sino una ciencia que explica c贸mo los hombres libres act煤an para mejorar sus vidas. As铆, la teor铆a econ贸mica deja de ser una excusa tecnocr谩tica y se convierte en defensa pura de la libertad.


3. La libertad individual como base de la civilizaci贸n.


En La mentalidad anticapitalista (1956), Mises nos recuerda una verdad inc贸moda para los enemigos de la libertad:

“El capitalismo no solo dio al hombre m谩s medios de subsistencia que nunca antes; tambi茅n le dio la libertad.”


Para 茅l, la libertad individual no es una concesi贸n del Estado, ni un regalo de pol铆ticos iluminados: es el fruto directo del mercado y la propiedad privada. Solo el capitalismo permiti贸 a los hombres liberarse de la servidumbre y organizarse en cooperaci贸n voluntaria.

Mises defendi贸 con claridad que sin libertad econ贸mica no existe libertad pol铆tica ni social. All铆 donde el Estado avanza sobre la econom铆a, la civilizaci贸n retrocede hacia la opresi贸n. Y por eso su mensaje es m谩s actual que nunca: la libertad no se pide, se ejerce.

Conclusi贸n.


Hoy, 29 de septiembre, honramos la memoria de Ludwig von Mises. Honramos al hombre que desenmascar贸 la farsa socialista, que nos dio la ciencia de la acci贸n humana y que defendi贸 la libertad individual como condici贸n esencial de la vida civilizada. Su obra no es polvo en bibliotecas: es fuego que sigue encendiendo a cada generaci贸n de libertarios que se niega a arrodillarse ante el poder.

Gracias, Mises, por tu valent铆a, por tu lucidez y por tu ejemplo. Gracias por ense帽arnos que sin libertad no hay vida digna, que el socialismo es la senda de la miseria y que el capitalismo es la mayor conquista de la humanidad. Hoy gritamos con fuerza lo que tu legado nos inspira: ¡Gracias, Mises! tu voz vive en cada batalla por la libertad!

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