La conmemoración del 4 de septiembre fue todo un éxito en La Fonda del Rechazo. 💃🕺

 El sábado 6 de septiembre de 2025, en el Parque Alberto Hurtado de la comuna de La Reina, no se escucharon discursos vacíos de políticos ni consignas del poder. Se escucharon guitarras, payas, risas y gritos de libertad. Era la Fonda del Rechazo con Amor, una celebración popular que conmemora aquel día histórico en que Chile derrotó el golpe socialista disfrazado de nueva Constitución: el 4 de septiembre de 2022.

Como en toda fonda chilena, no faltaron los anticuchos, las empanadas, los choripanes ni los terremotos. Pero aquí cada trago y cada brindis tenían un sentido más profundo: se brindaba por la victoria de un pueblo que dijo NO al proyecto de servidumbre, se brindaba porque Chile eligió la libertad en vez de la cadena del colectivismo.

Los organizadores lo dijeron sin rodeos: esta es la verdadera fiesta patriótica, porque aquí se celebra la soberanía del ciudadano frente a las imposiciones del poder. Y lo cierto es que el ambiente lo confirmaba: familias, jóvenes, adultos mayores y libertarios se reunieron para recordar que la política quiso arrodillar al país, pero fue el pueblo el que se levantó.

En las fondas de Fiestas Patrias se honra a la independencia de 1810 contra el reino de España; en la Fonda del Rechazo, se honra la resistencia frente al socialismo que avanza por América Latina bajo diferentes máscaras.

Pero la lucha no acaba con una papeleta. Esa victoria fue solo el primer round. El enemigo sigue ahí: en el Congreso, en La Moneda, en los ministerios y en cada burócrata que vive de lo que roba al pueblo. El socialismo, y todo el poder político,  volverá a intentarlo, porque nunca descansa.

Por eso, la Fonda del Rechazo no es solo una fiesta: es un grito de guerra. Es la confirmación de que somos personas libres que no se rinden y que el próximo paso no será solo rechazar, sino abolir al poder político y a sus parásitos de una vez por todas.

El socialismo teme al pueblo libre, el político teme al ciudadano que se resiste a depender del Estado. Y en cada brindis, en cada guitarra y en cada bandera flameando en la fonda, se repite un mensaje claro: ¡Que viva la libertad!